Sabemos que Twitter ha sido co-protagonista de las mayores controversias mundiales, pasando por las elecciones en Irán y las represiones que los opositores de dicho país sufrieron, hasta el despido de Alberto Federico Ravell (@AlbertoRavell) de la Dirección General de Globovision (@globovision).
Su brevedad (140 caracteres) y su alcance (más de 70 millones de usuarios ), han convertido a este servicio de micro blogging en una herramienta útil para muchos, pero a su vez una incomodidad para otros, principalmente para gobiernos cuya moral es cuestionable desde el punto de vista de las libertades individuales.
Twitter fue herramienta clave en la campaña electoral del actual presidente de los Estados Unidos de América, se ha usado para realizar protestas globales y regionales, como el caso de los presos políticos en Venezuela y la violencia generada en contra de comunicadores sociales e incluso se han registrados usos en caso de rescates, intentos de asaltos y arrestos injustificados. Su valioso aporte en la jornada electoral de Irán del 2009 se dio a conocer por todo el mundo, especialmente cuando se comenzaron a expulsar del país a los medios extranjeros que cubrían las elecciones, dejando únicamente a medios censurables a cargo de la misma; permitiendo que el mundo apreciara el verdadero poderío de este medio, un medio que esta a la mano de todos y el cual es virtualmente imparable.
La República Democrática de China y Cuba son un claro ejemplo de la regulación de la Internet hoy en día, han bloqueado contenidos específicos, así como servicios de uso común (Google, YouTube, Páginas de Derechos Humanos, etc.) y Twitter no ha escapado de esto. Actualmente es conocido el caso de Yoani Sánchez (@yoanisanchez) quien Twittea desde La Habana mediante un celular prepagado con colaboración de personas en el extranjero.
¿Pero como un gobierno podría controlar la Internet y específicamente Twitter? En China y Cuba la conexión a Internet es controlada por empresas del Estado, que no hacen mas que restringir el uso de determinados IP, como el caso de YouTube y Facebook. Igualmente, hay formas de restringir sitios web por palabras precargadas previamente en una base de datos y en los ordenadores y celulares vendidos dentro del país controlador (Ej. China). Los servidores de Wordpress y Blogspot tampoco han sido la excepción de estas regulaciones.
Otra forma de regular el uso de la Internet es mediante una táctica a nivel de infraestructura muy básica, disminuir las velocidades de conexión, tanto de subida como de bajada, lo que hace imposible ver o enviar determinados contenidos, como fotos, audios y/o videos.
En el caso de Twitter, el software del mismo permite mediante su API, tener acceso al servicio no solo desde su página web (http:// twitter.com), sino que es posible utilizar puentes o accesos alternos que permitirían su uso. Por ejemplo, si bloquearán el Twitter se podría seguir publicando desde aplicaciones dedicadas a Blackberrys, Iphones o Celulares bajo tecnología Java y/o Android, entre otros. También, enlazando la cuenta de Twitter a otros servicios como Facebook o Plurk y con el uso de de Proxys. Todo esto sin tener mayor conocimiento de programación.
¿Y legalmente cuales serian las formas? Implementando una legislación duramente sancionatoria. Por ejemplo, en el caso Venezolano, los delitos cometidos por Internet tienen una atenuante, pues la Internet es catalogada como un medio de distribución masiva de información, por lo que el delito es considerado más dañino, especialmente en los casos de difamación e injuria. Igualmente en aquellos casos en que la ley exige el trato respetuoso a determinados funcionarios públicos (Presidentes, Gobernadores) o se expresa opiniones que para determinados juristas pudieran ser consideradas como apología al delito (incitación a la rebelión).
En muchos casos, se han establecido legislaciones con fines de controlar las conexiones de Internet amparadas en la Seguridad Nacional (integridad política y cultural como en el caso Chino), protección de la Propiedad Intelectual (caso actual Europeo) o que se clasifique algún servicios 2.0 como medio para delinquir (Twitter).
Aunque no creo que el Estado Venezolano tenga el coraje de tomar medidas técnicas para limitar el uso de estos servicios –salvo el de no mejorar las velocidades de las conexiones ni la calidad de las mismas-, si es seguro que se van a implementar medidas que buscaran como fin inmediato disuadir el uso de las mismas y así tratar de callar los Tweets de personajes influyentes en la vida política del país y sobre todo callar esos malditos 140 caracteres que no dicen más que lo que la gente sinceramente piensa y siente.